domingo, 31 de enero de 2010

El Culo de Cela

Camilo Jose Cela (1916-2002)


Camilo José Manuel Juan Ramón Francisco de Jerónimo Cela Trulock, Marqués de Iria Flavia, fue un escritor español del cual muy poco conozco, su nombre lo que escuché por primera allá por la decada de los ochenta cuando por aqui en Peru la noticia de su elección como Premio Nobel de Literatura destruyó muchos corazones, pues ese mismo año Mario Vargas Llosa ( que se encontraba en medio de la carrera a la presidencia) también estuvo entre los postulantes para el famoso galardon. Después de esa noticia muy poco supe de Cela hasta que hace unos dias recibi este genial poema que paso a citar.



La Donación de mis órganos ...


Quiero el día que yo muera
poder donar mis riñones,
mis ojos y mis pulmones.
Que se los den a cualquiera.
Si hay un paciente que espera
por lo que yo ofrezco aquí
espero que lo hagan así
para salvar una vida.
Si no puedo respirar,
que otro respire por mí.

Donaré mí corazón
para algún pecho cansado
que quiera ser restaurado
y entrar de nuevo en acción.

Hago firme donación
y que se cumpla confío
antes de sentirlo frío,
roto, podrido y maltrecho
que lata desde otro pecho
si ya no late en el mío.

La picha yo donaré,
que se la den a un caído
y levante poseído
el vigor que disfruté.
Pero pido que después
se la pongan a un jinete,
de los que les gusta brete.
Sería eso una gran cosa
yo descansando en la fosa
y mi picha dando fuerte.


Entre otras donaciónes
me niego a donar la boca.
Pues hay algo que me choca
por poderosas razones.
Sé de quién en ocasiones
habla mucha bobería;
chupa lo que no debía
y prefiero que se pierda
antes que algún comemierda
mame con la boca mía.

El culo no donaré,
pues siempre existe un confuso
que pueda darle mal uso
al culo que yo doné.
Muchos años lo cuidé
lavándomelo a menudo.
Para que un cirujano boludo
en dicha trasplantación
se lo ponga a un maricón
y muerto me den por el culo.

domingo, 6 de septiembre de 2009

Tumbes y Piura desde la ventana del bus: un paisaje hablado

Al otro lado del vidrio un cauce seco, un caballo blanco pasta en medio de un llano, los platanales limitando terrenos, pequeñas lomas cuales estribaciones andinas atiborradas de pequeños arboles que casi dejan ver una tierra increíblemente verde, algunas parcelas quemadas por esa aun estúpida idea de campesinos que dicen eso ayudara a fertilizar la tierra. Al lado derecho de la carretera se ven pequeñas caletas de pescadores y el mar salpicado de botes multicolores contrastando con el azul del mar.
Son las 4pm y el sol se refleja en el mar haciéndolo parecer salpicado de espejos de agua , al fondo observo lo que parece ser una plataforma abandonada de extracción de petróleo y por un momento los platanales, cuales palmeras del Caribe me obstruyen la vista al mar. La arena blanca de las playas parecer reflejar también algunos rayos de un sol ya se despide.

Una gaviota da vueltas alrededor de un punto del mar sabe Dios observando qué flota sobre el agua, al otro lado de la carretera sigo viendo pequeñas lomas de tierra verde. A medida que dejo Tumbes los platanales dejan paso a algarrobos que crecen a pocos metros de la playa, el bus cruza la desembocadura de un río casi seco y una gran llano de arena blanca se observa cuando éste se une al mar. En todo el recorrido suaves olas golpean las playas mientras las casas de cañabrava empiezan a hacerse mas frecuentes a la vista; una balsa de troncos arrimada a la orilla llama mi atención. El panorama al lado del mar siempre es cambiante, pero al otro lado es casi homogeneo, para confirmalo ahora grandes piscinas aparecen al lado del mar deben ser salinas o algún tipo de criadero langostinos, sobre estas piscinas el fuerte viento hace que una gaviota solo flote en el aire sin avanzar, para completar el cuadro pelicanos flotan sobre el agua cuales cisnes en un lago. A pesar del cambiante panorama al lado del mar, yo me sigo quedando con el bosque seco, las lomas verdes del lado izquierdo de mi asiento y las llanuras desérticas de Piura, el sueño me va ganando y como embriagado de la vista caigo en un profundo sueño, me despierto ya de noche y solo la oscuridad acompañada de un par de luces que se acercan y aleja. Cuando llego a Lima caigo en la cuenta que el verdor de los lomas que tanto llamo mi atención fue por un vidrio semi polarizado, mi visión de ese lado ha sido mentira...

martes, 20 de enero de 2009

Va pensiero ( vuela pensamiento)

Esta ópera esta insipirada en la deportación que sufrieron los hebreos a Babilonia aproximadamente en el 586AC, por parte del Rey nabucodonosor ( luego de la destrucción de Jerusalem). El Va pensiero es una de los coros mas conocidos, en ella un grupo de hebreos deportados se lamentan de su destino y evocan la tierra de sus ancestros.
El genio tras esta composicion es Giusepe Verdi, cosa curiosa es que Verdi compone esta obra "Nabucco" tras un escaso exito de su primer a obra y luego de la muerte de su mujer y dos hijas. Se cuenta que Verdi tras ese gran dolor habia decidido ya no dedicarse mas a la musica.
Cito aqui la historia tras bambalinas de la creacion de esta opera (fuente http://www.carlosvalles.com)

Se cuenta que fue un empresario de ese entonces de nombre Merelli quien puso en sus manos un libreto de corte biblico de Temístocle Solera, titulado "Nabucodonosor". Verdi se lo puso bajo el brazo sin el menor interés y salió a la calle. Esto es lo que luego sucedió según él mismo cuenta:

"Caminando por las calles, sentí una especie de malestar indefinible, una tristeza absoluta, una angustia que me hinchó el corazón. Volví a casa y, con un gesto casi violento, tiré el manuscrito encima de la mesa. Al caer en la mesa, el cuaderno se abrió; sin saber cómo, mis ojos se fijan en la página que estaba ante mí, y se me aparece este verso: "Va pensiero, sull'ali dorate." Recorro con la vista los siguientes versos y recibo una gran impresión. Leo un fragmento, leo dos. Luego, firme en mi propósito de no escribir música, me obligo a mí mismo a cerrar el cuaderno y me voy a la cama. Pero, ¡ay!... Nabuco andaba por mi cabeza, el sueño no venía; me levanto y leo el libreto, no una vez sino dos, tres, tantas que por la mañana se puede decir que me sabía de memoria todo el libreto. A pesar de todo, no quería apartarme de mi propósito, y al día siguiente vuelvo al teatro y le entrego el manuscrito a Merelli. Me dice:
- Precioso, ¿eh?
- Preciosísimo.
- ¡Ea!... pues ponle música.
- Ni en sueños. No quiero saber nada de esto.
- ¡¡Ponle música, ponle música!!
Y diciendo esto, coge el libreto, me lo mete en el bolsillo del abrigo, me coge por los hombros, y de un empujón no solo me saca fuera del despacho sino que me cierra la puerta con llave en la cara. ¿Qué hacer? Volví a casa con el Nabuco en el bolsillo. Poco a poco la ópera fue compuesta. Cuando en el primer ensayo se llegó al "Va pensiero" se hizo silencio en la sala, y todos los operarios abandonaron su trabajo. Cuando el número terminó prorrumpieron en el aplauso más ruidoso que yo haya oído nunca, gritando, "¡Bravo, bravo, viva el maestro!" y dando golpes con sus herramientas en la tarima. En aquel momento supe lo que me reservaba el futuro."


Sin lugar a dudas lo mas resaltante de esta opera es el coro "Va pensiero", creo haberla escuchado miles de veces pero fue solo hasta hace poco que me tome el trabajo de interesarme mas por ella y la historia tras su creacion, al parecer el libreto de Nabucco cae en manos de Verdi en el peor momento de su vida y esto es lo que lo resaltante, ya que hizo brotar en él toda la grandiosidad que los genios poseen, porque si hay alguien a quien la piel no se le escarapele siquiera un poco al escuchar este coro... pues realmente no se de que esta hecho.


En italiano
Va', pensiero, sull'ali dorate;
va', ti posa sui clivi, sui colli,
ove olezzano tepide e molli
l'aure dolci del suolo natal!
Del Giordano le rive saluta,
di Sionne le torri atterrate...
Oh mia patria sì bella e perduta!
Oh membranza sì cara e fatal!
Arpa d'or dei fatidici vati,
perché muta dal salice pendi?
Le memorie nel petto raccendi,
ci favella del tempo che fu!
O simile di Sòlima ai fati
traggi un suono di crudo lamento,
o t'ispiri il Signore un concento
che ne infonda al patire virtù.
che ne infonda al patire virtu
che ne infonda al patire virtu
al patire virtu!

Traducción
¡Vuela pensamiento, con alas doradas,
pósate en las praderas y en las cimas
donde exhala su suave fragancia
el aire dulce de la tierra natal!
¡Saluda a las orillas del Jordán
y a las destruidas torres de Sión!
¡Oh, mi patria, tan bella y abandonada!
¡Oh recuerdo tan grato y fatal!
Arpa de oro de los fatídicos vates,
¿por qué cuelgas silenciosa del sauce?
Revive en nuestros pechos el recuerdo,
¡háblanos del tiempo que fue!
Canta un aire de crudo lamento
al destino de Jerusalén
o que te inspire el Señor una melodía
que infunda virtud al padecimiento.
que infunda virtud al padecimiento.
que infunda virtud al padecimiento.
virtud al padecimiento.

viernes, 8 de agosto de 2008

Trujillo... otra vez???... ojala la ultima






Ya no recuerdo cuantas veces he estado en Trujillo, salvo aquella oportunidad que me di una día para hacer la conocida "visita arqueológica" no guardo recuerdos salvables de este lugar. La mayor parte de mis viajes han sido por trabajo asi que muy entretenidos no han sido... pero Trujillo siempre me ha representado problemas. Este viaje empieza con la rutinaria partida en bus. Siempre es bueno tener compañía agradable a tu lado en el bus, pues eso es algo que nunca ha pasado, siempre se ha sentado a mi lado el clásico gordo dormilón que ronca, la tía que cruza palabra con su familiar de delante, el pata que escucha regetón o el otro que solo habla por teléfono (ya escribiré de los viajes y los celulares mas adelante). Esta vez no fue la excepción, busco mi asiento y encuentro a un despanzurrado ya sentado al lado, al otro lado del pasillo una pareja que se olvido que esto es un bus y no un hotel, asi que entre los sonidos de labios rozantes de la parejita y los bostezos del panzurrón empecé prematuramente a querer que este viaje ya termine. No se, quizás me este volviendo renegón ..... ojala que no.

El clima en Trujillo esta agradable, aunque debo admitir que no guarde el menor entusiasmo por este viaje, debo también decir que por lo menos el clima parece jugar a mi favor; la comida es otro asunto, es buena pero esta ciudad siempre ha tenido algo que me impide disfrutarla, es mas creo que de Trujillo solo guardo como buen recuerdo un par de zapatos que me salieron cómodos y confortables... claro eso fue hace como tres años y ahora esos zapatos están echados en algún lugar esperando sabe Dios que destino ... creo que es como todo, al principio amas esas cosas nuevas, luego caes en la rutina y te aburre, como el cuento de la camisa nueva que cuando nueva la guardas, la planchas y la cuelgas y hasta conservas su caja original por un tiempo, pero al final esa camisa termina como trapeador de pisos; creo que eso mismo me paso con Trujillo, debe ser culpa de las muchas veces que he estado alli.



Mencione algo de los celulares y los viajes... porque la gente parece estar tan ocupada haciendo llamadas mientras esta esperando el bus o ya dentro del cuando este recién parte: llaman a la vecina, al amigo, a sabe dios quien pero todas las llamadas que he podido escuchar suenan a charla aburrida e innecesaria, siempre hablando simplezas y cosas irrelevantes: charlas tontas de teléfono...creo que a todos les gusta sentirse que serán extrañados de alguna forma (me resisto a incluirme en esa lista) " si jejejej ya estoy saliendo", " el bus va a pasar cerca a la casa", " huy justo en este momento el bus se esta moviendo", " llegamos a la garita y ya le esta pagando con sencillo al cobrador del peaje", " fíjate que me dieron doble refrigerio"; mientras yo solo trato de ganar en el juego del gusanito de mi celular y tratar de hacer pase el tiempo mientras espero que pongan la película y quedarme dormido.

Llego a Trujillo una mañana fresca, es temprano aun y por la calle recién se asoma uno que otro panadero, quizás un vendedor de periódicos arreglando su puesto. Llego al hotel, habitación 408 muy al fondo, casi al final del edificio, un baño-sauna que solo funciona como lo primero, al menos lo apartado de la habitación implica tranquilidad.
Hago lo que tengo que hacer ( trabajo) no tengo ganas de comer pero lo hago, la comida aqui es realmente buena pero yo parezco no disfrutarla, acompaño el almuerzo con una cerveza junto a unos locales, personajes poco rescatables charla de almuerzo poco memorable. Por la noche salgo a caminar, siempre que viajo me gusta salir a caminar por la calles casi vacías de la ciudad y sentarme en la Plaza principal a fumarme un cigarro, mientras veo la gente pasa, los grupitos en una esquina de la plaza, veo las estatuas de la plaza principal sus formas parecen haber cedido al viento, ya es difícil distinguirlas y ahora solo parecen ser formas humanas aun no terminadas. De una minivan se baja un grupo de muchachos, ya lo había visto durante el día por la plaza, deben ser de algún grupo religioso y vienen a hacer su labor pastoral, parece que a lo lejos me divisan y vienen en mi dirección. Mientras veo a ese grupo dirigirse hacia mi, aspiro la ultima bocanada de cigarro me levanto de la banca y me voy al hotel, además ya es tarde y no tengo ganar de recibir una charla bíblica ni mucho menos hablar de mi salvación espiritual.
El camino al Hotel es algo largo y mientras me dirijo a el me pregunto que es lo que no me gusta de esta ciudad, no hay respuestas ( de repente si, pero no la acepto). Me olvido de todo y solo trato de recordar aquel dia turístico de mi primera visita aqui, trato de recordar al sol de la playa de Huanchaco empezándose a ocultar entre unas nubes azul-grisáceas, a lo lejos el muelle y algún pescador en su "caballito de totora", mas temprano puede observar a estos caballitos plantados en la playa, de la playa de Huanchaco también recuerdo un tumulto y un pequeño pelicano con el ala rota seguramente esperando su final, recuerdo a los gallinazos rondando el cielo de la Huaca de la Luna, recuerdo al perro "chimu" y noto que mis mejores recuerdos de Trujillo tienes que ver con paisajes marinos, arqueológicos y animales, nada humano. Llego al hotel y me quedo dormido rápidamente, sueño que ya estoy de vuelta en Lima y que Trujillo queda atrás.
Mi ultimo día en esta ciudad transcurre sin nada memorable, por la mañana de un lunes salgo muy entusiasmado al terminal de buses, pero una dolencia digestiva hace de mi retorno una tortura, solo deseo olvidar este viaje y no regresar nunca mas.